martes, 1 de noviembre de 2016

Etapa 1 Camino de la Plata 2016.

Las Rozas - Valmaqueda. 45 Km


Así pues, llegó el momento de partida de la familia Cantibikers para visitar al Apóstol Santiago, abandonando los miedos, rencillas y entonando cantos regionales, para convertir a la manada en un ejército espartano, único y compacto; todos menos uno, pero eso vendrá más tarde. 
Punto de partida inicial, como marca la tradición: la sede oficial…???

No: Estévez cambia la convocatoria en el último momento, sin explicaciones, aunque más adelante descubrimos que el motivo fue facilitar a Patricia, nuestra “community manager”, plasmar testimonio gráfico de la épica salida. Esta es la versión oficial…
Otra sorpresa en nuestros pasos iniciales fue la presencia de nuestro camarada Raúl, acompañante voluntario en esos intensos primeros kilómetros del peregrinaje. (Gracias amigo)

Todos limpios y aseados, con nuestras monturas engalanadas, ponemos rumbo a Santiago, encaminándonos desarraigados a Río Chico, “photocall” oficial de la salida, además de escenario testigo del duelo, Victor versus Berni, o lo que es igual “El Porteador” contra “La más Grande”, de las Faraonas, se entiende. Enfrentamiento que, sin duda, no dejaría impronta en los anales de la Historia de la honestidad teniendo en cuenta la estratégica, a la par que ilegal, ubicación. de “El Porteador” en la foto oficial, mientras su compinche, "El Tirones" Estévez, le hacía “la trece catorce” a un desasosegado Berni, que se abstrajo del mundo una vez se dio el pistoletazo de salida, y desapareció como alma que lleva el diablo en busca del “canoso serpha” pensando que el Destino únicamente le depararía 5 km de subida, 40 grados centígrados y 190 pulsaciones, le sorprendió con un Víctor escondido tras la maleza de la primera curva dejando que “el de las series” se desgastara inútilmente!!!
La manada continúa ascendiendo con sosiego, disfrutando de los primeros km de recorrido entre gracietas y chascarrillos, hasta que al Presidente le estalla, literalmente, la rueda trasera, la temperatura ha tenido algo que ver, así que como es imposible el arreglo decide volver sobre sus pasos durante 3km y esperar a que su mujer le haga de coche escoba, primero para ir a una tienda para reparar la rueda y después para acercarle a Colmenarejo que es donde le esperaremos.

Mientras los “guerreros picados” continúan en la cima de Rio Chico a la espera del resto de espartanos, la Vida le devuelve a Víctor su talante jocoso, cuando su cable del cambio, fiel compañero desde aquel año 2000, de tan alta calidad, y tan digno origen (Desguaces La Torre), comienza a decir adiós.

En Colmenarejo, el equipo de mecánicos de Duo Bike, anunciaría el fatal diagnóstico: rotura total del cambio. Por suerte y como buen porteador, disponía de un recambio de X0 que los ingenieros herreros consiguen reparar tras desoldarle la patilla (Víctor hay que cuidar más esos detalles; no es propio de ti…., las piezas no se pegan con superglue…).
Tras la reincorporación del Presi y rondando las 19:30, únicamente hemos conseguido recorrer 13 km en casi 3 horas, una media impropia para los Cantibikers…, al menos, para algunos.
Con el objetivo de ganar tiempo de luz, decidimos avanzar por carretera a El Escorial, sólo 5 km, tramo en que “el Segoviano” da sus primeros “gomazos”,  y una vez allí, enlazar nuevamente con el camino, pasando por Zarzalejo. En la salida, con nocturnidad y no se sabe a ciencia cierta si con alevosía, Estévez decide pinchar la rueda trasera sembrando el pánico en los mecánicos del grupo. Afortunadamente, y como siempre, pudieron contar con el inestimable apoyo de Rodríguez, el Presi y Nacho, que observaban la escena desde lo alto de un cerro, bajo la luz de las estrellas.

Una vez reparado el pinchazo, con la celeridad y profesionalidad de cualquier “pit line” que se precie, y ya con las luces encendidas, los que llevaban, claro, comenzamos el descenso a Robledo de Chabela, por el camino de piedras, donde Javier nos desvela sus miedos nocturnos y Nacho su ausencia de ellos, donde Berni aterriza raspándose la pierna y rajando la cubierta lo que le obliga a echarse la bici al hombro durante 2 km hasta encontrar una farola donde poder vulcanizar la raja.

 Son las 23:00 y tras confirmar que el bar del camping estaba cerrado, decidimos quedarnos a cenar en Robledo y después hacer los 5 km hasta el camping de Valdemaqueda, primera pernocta.
 
 
 

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