Todo iba como la seda, bajamos las bicis, revisamos el material, gominolas, barritas, etc… Cuando de repente¡¡¡¡¡ AARRRGGGG…..!!! se escucha un alarido de caniche seguido de un “macagonsuputamadre”…..Como no podía ser de otra manera se trataba de nuestro querido Esteban; El menda se había dejado las zapatillas… ¡con un par!; evidentemente en un momento como ese todos le animamos y nadie le recriminó nada, ya sabéis como es el grupo para estas cosas. El pobre se tuvo que coger el coche de nuevo para regresar al camping a recogerlas, mientras tanto el resto nos bajamos con su bici a la salida.
Llegamos a la calle principal y hay un señor abierto de brazos que nos intenta cortar el paso para mandarnos a unas de las calles perpendiculares; no le hacemos ni puñetero caso y casi le pasamos por encima. Costó pero conseguimos posicionarnos en un buen sitio en la calle principal de cabezón. En el tiempo de espera hasta elpetardazo de partida pues lo típico: la fotito de turno, los paseos a los baños de los bares que esa mañana parecen leoneras y por supuesto la llegada de Esteban a tiempo para comenzar la carrera, al comentario de “bua…chaval,bua…chaval”.
La salida la ejecutamos correctamente como un grupo tranquilo, compacto y sin fisuras, hasta que se produce un goteo de integrantes nos van dejando con la palabra en la boca; se nota que nos hemos quitado bastante morralla porque no tenemos que poner pie en tierra donde en años anteriores si lo habíamos hecho, ni siquiera en la cocina. Al llegar a esta última íbamos en cabeza Juanjo,Rodríguez y un servidor; dejamos que Juanjo se adelantara y nos quedamos Rodríguez y yo, la verdad es que la subimos bastante bien excepto por un pequeño requiebro que me hizo el pájaro y aunque llevaba la distancia de seguridad reglamentaria me obligó a poner pie en tierradurante unas décimas de segundo. Por informaciones que nos fueron llegando sin contrastar, creo que Javier y Víctor también la subieron entera pero como digo no es una información fiable, no lo es…
Un vez coronada la cocina proseguimos hacia las cuevas del Soplao y en el trayecto de carretera que conduce hasta el avituallamiento las malas sensaciones se van apoderando de un servidor por lo que me percato de que este año si que es posible que bata el record de aparición tempranera de calambres. Al llegar al avituallamiento nos encontramos con Juanjo e intentamos parar lo justo para reponer líquidos y comer algo, cuando estamos llenando las mochilas aparece Víctor cual trilero callejero deCascorro, arrojando cortinas de humo sobre su rodilla; Lo de Javier fue peor ya que cuando estábamos parados y a pesar de los avisos de Rodríguez para que se detuviera, paso de largo con un leve giro de cabeza hacia el lado contrario de donde nos encontrábamos, lo que originó que nos lanzáramos en tromba a su caza que a su vez desencadenó en una OXTIA con escorzo lateral y medio tirabuzón de nuestro querido Rodríguez que un servidor pudo vivir desde primera fila (pensaba que se habíamatao). Una vez le tapé la boca para que dejase de chillar nos pusimos de nuevo en marcha para encarar el monte Aa.
En el tramo de carretera anterior al monte un servidor, que ya venía tocadillo, petó, y dejé a Rodríguez con la palabra en la boca, me empezaron a dar unos calambrazos del 15, lo cual hizo que me parase justo antes de la subida para ver si me recuperaba; después de maldecir en varias lenguas decidí tranquilizarme comer una barrita y tomarme un gel y me plantee si no mejoraba el retirarme en ese momento a cabezón. Pasados 15 minutos opté por darle a mis frágiles muslitos otra oportunidad y comencé a subir. Aunque con molestias, lo subí entero montado en la bici, lo cual me dio ánimos para continuar. Una vez coronado el Monte Aa me lancé hacia la campa de Uciedacon la esperanza de que estos me hubieran esperado pero no hubo suerte ya que por lo visto heló bastante y se tuvieron que marchar. Ante esta situación y sabiendo que sería casi imposible cogerles en las condiciones en las que me encontraba, tomé la decisión de ser “cabeza de ratón” por lo que me quedé a esperar al segundo pelotón (Raul, Berni, Esteban y Juanqui). Estuve esperando como una media hora hasta que me encontré con Berni, Raúl y Esteban (que también venía acalambrado) para fundirme en un abrazo con ellos, el último en aparecer fue Juanquial que tuvimos que peinar para no perder demasiado tiempo.
Comenzamos a subir Moral cada uno a nuestro ritmo, Berni decía que le iban dando calambres pero iba apretando, aun así la subida la disfrutamos bastante ya que esta vez sí que subimos hablando no como en la subida del“Ipanema” vaya puertecito, parecía que no se acababa; finalmente fuimos coronando uno a uno y decidimos quedarnos un ratito a tomar el sol en el césped.
Mientras tanto, en plena ascensión de fuentes, en el grupo de la tristeza, nuestro querido Javier ascendía en compañía permanente de su falso quejido y dando instrucciones de ir tranquilos para mantener el ritmo y diciendo no se que de un dolor de espalda. Una vez coronaron, hace el siguiente comentario: “tira tu, yo no puedo llevar este ritmo”, pero acto seguido se tira de cabeza por la bajada sin quitarse la mochila. A todo esto Juanjo había desaparecido por completo ya desde el Moral y a Víctor le habían dejado en la campa rellenando agua pero cuando Rodríguez y Javier llegaron a Barcena, Valladares ya estaba allí…el cabrón había hecho magia.
En otro punto de la carrera el equipo de superhéroes se disponía a encarar la subida a Fuentes, cuando de repente apareció Julián en escena lo que provocó un cortocircuitocerebral en Esteban al no saber si iba de puta madre por haber enganchado conmigo o si iba de pena al habernos alcanzado Julián, cuando conseguimos pararle las convulsiones le explicamos que el tesorero se había saltado el Moral y poco a poco empezó a recuperar la normalidad. Esto le catapultó en la subida ya que dio todo lo que tenía para liderar la ascensión a fuentes (luego lo pagaría al igual que Berni la subida del Moral); El ritual al coronar fue el mismo que en el Moral; paramos a comer tranquilamente y a tomar un poquito el sol, aunque he de decir que a estas alturas algunos miembros del grupo empezaban a dar síntomas de autismo y desorientación; en el caso concreto de Raúl hay documento gráfico que lo acredita, se observa perfectamente al elemento de pie, mirando al infinito en dirección contraria a sus compañeros ya montados en las bicis.
Mientras, el equipo de la tristeza que iba por delanteencaraba la subida a Ozcava pero sin Víctor, que se había vuelto a quedar llenando la mochila de agua, el pájaro les volvió a hacer la misma jugada ya que cuando estos llegaron al Negreo volvió a aparecer de nuevo detrás de una caseta, desde este punto y por las informaciones que se manejan fueron (Rodríguez, Victor y Javier) juntos hasta la meta. También se maneja la información de un despeñamiento de Rodríguez al despistarse por colocarse un manguito, por una ladera empedrada del puerto; creo que tuvieron que rescatarle entre varios. En el tramo de carretera que les llevaría a Cabezón estuvieron esperando a Javier que se había descolgado en la bajada y cuando apareció y tras estas dos frases:
Metieron un trancazo que les situó a 45 km x hora lijando a una grupeta a la que habían echado el ojo.
A todo esto Raúl se repuso y subió casi al tiempo con un servidor hasta Ozcava, luego llegaron Berni y Esteban y por último Juanqui, al que de nuevo tuvimos que peinar y suministrarle dulce de membrillo untado en el dedo índice.
Cuando partimos hacia venta vieja me doy cuenta de que voy solo con Juan Carlos, Raúl se había retrasado algo yEsteban se tuvo que quedar a socorrer a Berni que había ejecutado perfectamente el Robocop en Ozcava (de ahí su nombre artístico para la próxima temporada).
Una vez realizamos la maravillosa bajada a Correpocodecidimos esperar para agruparnos y encarar el último tramo juntos pero cuando llegamos al Negreo nos volvimos a separar, de manera que Juanqui y yo nos adelantamos en la subida, bajándonos en los cuestones ya que no había necesidad…. Me dio subidón cuando vi a los chavales que hacen botellón en lo alto del Negreo ya que sabía que no nos quedaba nada para comenzar a bajar y efectivamente así fue. Po cierto la bajada la hice pegado aJuanqui y fue de infarto.
Ya en el tramo de carretera metimos la tranca como siempre, lijando a todo Dios para entrar en meta culminando una experiencia inolvidable, poco a poco fuimos llegando todos y nos reencontramos en el bar Avenida (ya es un clásico), donde dimos buena cuenta de unos bocadillos y unas cervezas al tiempo que se empezaban a cocinar las chanzas de la carrera.
Una vez cenados nos dirigimos al camping para ducharnos y acostarnos ya que nuestros cuerpecitos lo necesitaban.
A la mañana siguiente procedimos con el ritual de todos los años, esto es... nos metimos un desayuno del 10 compuesto por cafés, coca-colas, barritas con aceite y jamón y dos tortillas de patata. Cuando terminamos Rodríguez salió antes en moto y el resto fuimos a cabezón a recoger la bici de Julián ya que el día anterior y por su seguridad la habían metido en una furgoneta para dejarla en las oficinas de la organización. Una vez recuperada nos pusimos en marcha hacia Madrid sin nada que resaltar excepto las fotos de pata de cabra de Javier que luego darían su juego. Hicimos parada en Tordesillas para comer, pero no donde nos metió Nacho el año pasado si no en uno que estaba justo al lado y donde comimos estupendamente.
Con buenas sensaciones tras la comida, pusimos rumbo a las Rozas para llegar a casa sobre las 18:30 hrs. Aproximadamente.
En fin….nada más; solamente decir que fue un fin de semana fantástico y a los que no pudisteis acompañarnos se os echó de menos.