Como ya es costumbre en este tipo de rutas que organizamos, todas empiezan con un desayuno el día anterior en el que se marcan las directrices del viaje y se realiza una generosa compra de víveres; En esta ocasión Julián e Isi se encargaron de realizar la compra de la lista que había confeccionado Valladares;
Resuelto el tema de la comida procedimos a incorporarnos a los vehículos que nos correspondían con la intención de salir puntualmente a las 17:00 hrs. tal y como habíamos acordado. Finalmente esta hora no se respetó ya que sufrimos un retraso debido a que Julián se empeñó en desmontar su bici para acoplarla en uno de los coches y a la media hora de chanzas y comentarios ocasionados por las gafas a juego con la camiseta con las que se presentó nuestro querido Rodríguez, RODRIGUEZ ESTUVISTE PENSANDO EN EL CONJUNTO COMO MÍNIMO 2 DÍAS..... ¡Y LO SABES!
El viaje en coche hasta Peralejos, fue infernal por el ritmo y la velocidad impuestas por nuestro Presi pero, no sé cómo, conseguimos llegar sanos y salvos.
Ya en los apartamentos, con una disciplina Prusiana, enseguida nos organizamos y nos distribuimos en nuestras correspondientes habitaciones, posteriormente hicimos 4 toneladas de espaguetis para cenar y un par de ensaladitas (se echó de menos en la cena a JCF y a Curro que se incorporarían a la mañana siguiente). Después de cenar nos dimos un paseíto por el pueblo para hacer un poquito de tiempo antes de acostarnos; Aquí es donde se echa en falta el uniforme de paseo Presi.
A la mañana siguiente nos levantamos a las 7 de la mañana y desayunamos como reyes; JCF y Curro, que atajaron por Cea Bermúdez, fueron muy puntuales lo que nos permitió ponernos en ruta a las 09:00 hrs.
La temperatura era muy agradable aunque fresca por lo que tuvimos que echar mano de las chaquetillas de entretiempo que no nos quitaríamos hasta eso de las 11:00 de la mañana.
Resuelto el tema de la comida procedimos a incorporarnos a los vehículos que nos correspondían con la intención de salir puntualmente a las 17:00 hrs. tal y como habíamos acordado. Finalmente esta hora no se respetó ya que sufrimos un retraso debido a que Julián se empeñó en desmontar su bici para acoplarla en uno de los coches y a la media hora de chanzas y comentarios ocasionados por las gafas a juego con la camiseta con las que se presentó nuestro querido Rodríguez, RODRIGUEZ ESTUVISTE PENSANDO EN EL CONJUNTO COMO MÍNIMO 2 DÍAS..... ¡Y LO SABES!
El viaje en coche hasta Peralejos, fue infernal por el ritmo y la velocidad impuestas por nuestro Presi pero, no sé cómo, conseguimos llegar sanos y salvos.
Ya en los apartamentos, con una disciplina Prusiana, enseguida nos organizamos y nos distribuimos en nuestras correspondientes habitaciones, posteriormente hicimos 4 toneladas de espaguetis para cenar y un par de ensaladitas (se echó de menos en la cena a JCF y a Curro que se incorporarían a la mañana siguiente). Después de cenar nos dimos un paseíto por el pueblo para hacer un poquito de tiempo antes de acostarnos; Aquí es donde se echa en falta el uniforme de paseo Presi.
A la mañana siguiente nos levantamos a las 7 de la mañana y desayunamos como reyes; JCF y Curro, que atajaron por Cea Bermúdez, fueron muy puntuales lo que nos permitió ponernos en ruta a las 09:00 hrs.
La temperatura era muy agradable aunque fresca por lo que tuvimos que echar mano de las chaquetillas de entretiempo que no nos quitaríamos hasta eso de las 11:00 de la mañana.
Empezamos la ruta por un tramo de carretera serpenteante entre cañones de piedra en dirección a Poveda de la Sierra, donde pudimos empezar a apreciar la grandiosidad del paisaje y la fauna del lugar; recorridos unos kilómetros, dejando a nuestra izquierda el camping de Peralejos y atravesando el puente del martinete nos desviamos por una pista forestal para atravesar El barranco del Horcajo, donde fue imposible no pararse a observar el entorno y sacar las correspondientes fotos mañaneras. Continuamos nuestro camino hasta llegar a la laguna de Taravilla (por cierto hay una foto de Rodríguez aquí espectacular); una vez comprobada la belleza de la misma seguimos ruta y asistimos estupefactos a un intento de “suicidio bicicletero en ruta” por parte de Nacho, al final solo quedo en un susto y una frenada de 40 metros.
Atravesamos una pasarela de pescadores (fotito al canto) y continuamos por unos senderos hasta darnos de bruces con el “salto de la Poveda”, espectacular salto de agua originado por el derrumbe de un antiguo salto hidroeléctrico.
Continuamos ruta por pista forestal dejando a la izquierda el campamento de la “Fuente del Berro”. En este tramo se endureció un pelín la ruta, ya que aparecieron algunos repechos inesperados que te recuerdan que no estás solo de paseo; se solventan con claridad por parte de todos los integrantes del grupo que llegamos de manera compacta al puente de la Poveda donde nos volvemos a encontrar en un tramo de carretera que nos conduce a unas piscinas naturales donde aprovechamos para meter las piernas en el agua y relajarnos un poco.
Curro; siguiendo su meditada estrategia lanzó la carrera en este último tramo por lo que llegamos a Molina de Aragón subidos en una tranca del 10; mención especial para Julián que ya es “Uno de los nuestros” y aguantó el trancazo como un campeón. Una vez en Molina se procedió a buscar la correspondiente terraza con el fin de picar algo sólido e hidratarnos correctamente. Después de una hora de relax nos pusimos de nuevo en marcha con el consiguiente entumecimiento de las piernas por haber estado tanto tiempo parados; así que salimos de Molina de Aragón con el típico “trote cochinero”; Al abandonar el pueblo y tras dejar atrás un par de cuestas nos desviamos por un camino de tierra bastante incómodo debido a la cantidad de grava suelta. En mi opinión este fue el tramo más feo y desagradecido de toda la ruta, tanto por la hora como por el paisaje.
Con un ritmo alegre y ambiente distendido llegamos a Cañizares para atravesar el Río Gallo, pasando por Cuevas Minadas en dirección a Lebrancón (pueblo por el que posteriormente no pasaríamos) y de repente ¡¡¡ la primera sorpresa de la tarde ¡!!! ; Un puertaco bastante largo que nos quitó la tontería en el que tuvimos que emplearnos a fondo; a nuestro favor jugó que estaba asfaltado por lo que la ascensión se hizo un poco más cómoda. Una vez coronado seguimos nuestro camino hacia Escalera, donde paramos para echar agua, comer alguna barrita y soltar alguna coz a un coche que había aparcado.
Abandonamos el pueblo subiendo por un reventón tipo “Riochico ” pero mucho más largo (tenía varias trayectorias) ; Yo escuché una frase de fondo, “Dios mío no me lo puedo creer”, que reflejaba que las fuerzas empezaban a ir justas y no era para menos ya que llevábamos más de 100 kms. En las piernas. Una vez solventado el reventón enlazamos con una pista que nos dio un respiro y en la que se suceden todo tipo de escaramuzas y gente haciendo la goma; recuerdo que en uno de los trancazos Valladares se metió en si mismo y se pasó un desvío haciendo caso omiso de nuestros alaridos; Por supuesto no fue nadie a buscarle, nos limitamos a esperar a que diera la vuelta. Una vez se unió al grupo proseguimos por unos senderitos con arbolitos a los lados. Uno de estos arbolitos miró mal a nuestro querido Raúl y este decidió llevárselo a casa, afortunadamente el percance quedó solo en unos rasponcillos; finalizando los senderitos llegamos a un camino que enlaza con una carretera (creo que es la que va a Tarabilla pero no estoy seguro); Entonces Valladares recupera repentinamente la memoria y nos dice que lo peor está por venir, que quedan 2 o 3 cuestones del 20; y no mintió, nada más desviarnos por la pista forestal empezamos a subir y ya no paramos hasta una hora más tarde. Lo peor no era el desnivel sino las malas condiciones del terreno, con tanta piedra suelta joder…. Hasta coronar por lo menos a mí se me hizo durísimo. Menos mal que Víctor se adelantó y nos iba avisando de los repechos con la palabra clave “JOOOODERRR” lo cual nos permitió (a los oscares) prepararnos para cada tramo; lo malo es que entre el esfuerzo y el descojone que llevábamos terminamos exhaustos.
Una vez terminamos la ascensión y reagruparnos decidimos darle un respiro a nuestro presi acomodándole en una cuneta, obligándole a beberse un gel y espantando a unos bambis que se lo querían comer; la cosa no fue a más y finalmente enlazamos con la carretera que nos llevó hasta Peralejos; por la que bajamos enciscados y en la que Nacho ganó por la mano Valladares llegando el primero al pueblo.
Ya en el pueblo imagino que como a mí, la sensación de satisfacción sería común en todos los integrantes del grupo.
Después de una merecida ducha nos vamos a cenar un corderito como Dios manda y a repasar con todo tipo de chanzas lo que había dado de sí la jornada.
En definitiva y como siempre un fin de semana para recordar y otra ocasión en la que de nuevo se puso de manifiesto la buena sintonía y unión del grupo.
Enhorabuena a todos los que hicisteis la ruta ya que en mi opinión no está al alcance de cualquiera. La próxima a dar el mangazo a casa de Berni.
Fotos
Ruta.
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