martes, 28 de enero de 2014

A la busca del PRO


CRÓNICA 2014.01.26 
(a la busca del PRO)
 
(distancia 61,76 km /  altura ganada 1032 m)
 
Nueva salida del grupo, que se planteaba muy concurrida desde el lunes anterior con confirmaciones y fotografías insinuantes de la gran mayoría de los integrantes.
 
Sabíamos que este domingo contábamos con la ausencia justificada de nuestros 3 runners que debutaban en la ½ de Getafe para probarse en una prueba de larga distancia. Sin embargo se unía de nuevo al grupo nuestro querido Diego tras su “Tourné” por los desiertos de Kuwait, en la que aparte de evangelizar el espíritu cantibikers había seguido un estricto entrenamiento de patinaje.
 
Aparte contábamos con la presencia del agente doble (alias “Kiwi”) que desde el lunes mostraba su impaciencia por la llegada de la salida dominical y con la reincorporación de nuestro querido Nacho.
 
Pues sin dilatarme más en los prolegómenos nos plantamos a las 08.45 en Pte. Retamar, y empezamos a recibir desagradables noticias.  Nacho decide que sale con su hijo (no está seguro que el entrenamiento en estática y el chorizo segoviano haya sido suficiente para juntarse al grupo), pues tu escafoide ya está mas que “soldado” Y LO SABES!!!
 
A todo esto, el río Guadarrama empieza a soltar un cierto olor a “tufillo” con aroma de petardazo, y Kiwi confirma que no asiste a la cita, pues no le ha dado tiempo a terminar los baños, y eso que se ha asociado con un PRO1 del mtb y hoy va a salir con él (ver notas aclaratorias tras CREDITOS).
 
Comenzamos a ascender las rampas de Riochico los valientes que nos dimos cita (Valladares, OE, “El Cuerpo”, Diego, Julián, “El Nuevo”, Trancas y Barrancas), y con un día que prometía despejado y ventoso, se empiezan a producir las primeras dosis de adrenalina en las que OE marca su territorio (sin levantar la pata) y deja claro que el ritmo que quiere imponer va a ser fuerte, independientemente de que Barrancas tenga la rodilla jodida o que Diego se haya puesto el “Kit” de deshidratación (al venir de parajes calurosos no está todavía acostumbrado al cambio climático que vivimos).
 
Durante el ascenso, y como no puede ser de otra manera ninguno de los integrantes sabemos que ruta vamos a hacer. OE insiste en que El Soplao está cerca, y que hay que empezar a hacer montaña, pero también se plantea hacer ruta larga y tirar hacia Villaviciosa, aprovechando que hoy no ha venido “el agente doble” y podemos estar tranquilos ya que no impondrá  sus metas volantes para cambio de bandas, y que Juanjo tiene que estar a las 12.00 h en casa.
 
Coronamos Riochico y mientras esperábamos a Diego (ya había advertido el mismo que no se encontraba muy entrenado) decidimos hacer una porra sobre el desarrollo que traería.
 
Al rato, y después de varias alternativas, le vemos aparecer con “El Método Diego”2, en la que su bici se balancea de lado a lado forzando sus cuádriceps para conseguir mover un plato grande y piñon pequeño (creo que en estos casos si que es recomendable la propuesta de OE de poner un solo plato).
 
Nos desviamos hacia la Urbanización “Los Ranchos” dirección Colmenarejo, y detectamos que el agente doble está haciendo de las suyas y ha ocasionado la propagación del “virus pincha”, y en este caso es la rueda de Juanjo la que comienza a desinflarse. Tras un primer intento del gran deportista (que ya no tan buena persona) Valladares, le pega un achuchón a su bomba y parece levantar la rueda, pero al minuto después vemos que ni los bíceps de Víctor son capaces de vencer el virus que ha soltado el agente doble.
 
El resto, siguiendo los estatutos de la Asociación,  le decimos a Juanjo que no se preocupe, que más abajo cambiamos la cubierta, y como no podía ser de otra manera le dejamos tirado, y aprovechamos la media hora que tarda en reincorporarse al grupo, algunos para un primer avituallamiento, y otros (Diego y Trancas) para proseguir el camino de la subida, no sabemos si por sacar ventaja o porque Trancas ya se olía que al final se quedaba sin cámara (hoy no contábamos con la cámara del hijo de “Silence Man”).
 
Una vez coronado este segundo punto, por fin empezamos a debatir sobre que ruta hacer, que si tirar hacia “El Escorial” o hacer la de Villaviciosa. Se nos plantea que Juanjo tiene que hacer la comida (ya le podéis enviar fotos de cortesía), por lo que OE (con 2 cojones) y aprovechando que uno tiene prisa, dice de tirar para Villaviciosa, que total si vamos a buen (su) ritmo, en 2 horas estamos en casa… (Víctor y yo nos miramos, y sin mediar palabra entendemos que los calambres que le dieron salidas anteriores le están dejando secuela y no controla los tiempos…) total, que tiramos hacia El Escorial, con el consiguiente “cabreo mudo” de OE (Y LO SABES!!). En este punto se produce la primera ruptura del grupo y Trancas (agarrado a la pierna de Diego) deciden tirar para casa.
 
Enfilamos camino por pistas rápidas hacia “El Escorial” a sabiendas que nos cruzaríamos con la carrera “Clásica de Valdemorillo”, y es aquí cuando de nuevo Javi demuestra su perfecto estado de forma (creo que sus cenas no sólo no son perjudiciales sino que te ponen como un torito – Javi enhorabuena.. vas como un tiro). Llegado un cruce, y después de tener que esquivar a varios PRO que ocupan los primeros puesto de la carrera, decidimos tomar camino alternativo, decisión que nos cuesta bastante, tiempo que ocupamos en buscar a JCF y MR. PROpper entre la cabeza de la carrera, gente que lleva un ritmo que supera los 20 km/h de media (ahora entendemos porque Juan Carlos nos ha abandonado).
 
Salimos hacia el embalse de Valmayor, y como no podía ser de otra manera, “El Nuevo” quiere hacerse pronto un hueco en la estirpe Cantibiker, y aprovechando que nadie (ni Víctor) tenemos ni puta idea dónde estamos, suelta : TRANQUILOS QUE YO MONTO POR AQUÍ Y SÉ DONDE ESTAMOS.
 
Tras ver un paisaje  de marismas valencianas, con lodo pestilento y fango color y olor mierda (nada que ver con el barro de la subida de “La Cocina Cántabra”, nos hallamos en un punto en el que hay que atravesar el embalse.
 
Como no podía ser de otra manera, y dado que nadie tenía güevos a cruzarlo, decido mostrar mis dotes de “aventurero” y tras pisar el borde del agua veo que no hay problema en cruzar. Miro patrás y todos “alucinados” y sabiendo que la iba a liar, decido coger mi burra al hombro, cuando tras mi segundo paso detecto mi “metedura de pata” y noto que la bota se introduce en esa “mierda” y termina alcanzando hasta mi rodilla (comentarios aparte)
 
Tras varios escarceos, y sin más dilación pasamos a otras de las frases para el “Libro Cantibikers”, pues Juanjo, viendo que  no encontrábamos salida dice : “CREO QUE NO LO TENGO DEL TODO CLARO”, vamos que estaba igual que nosotros, sin tener ni puta idea de cómo salir de aquel barrizal.
 
Finalmente conseguimos llegar a la Presa y tras cruzar en sentido contrario al habitual, repostaje de agua en el bar (buena gente por cierto) dónde Juanjo decide que toma rumbo hacia casa, pues le “ha prometido” a su chica que se encargaba él de la cocina, y el resto tomamos una variante nueva, que nos lleva hacia el puente sobre tren de camino a la Ermita. Sin más paradas, y dado que Julián está cada vez más fuerte, bajamos por la trialera hasta el Embalse (ya nos contará OE como fuimos capaces él y yo de esquivar una piedra que se nos puso “de cara”), y llegando al embalse (hoy lo hemos rodeado por sus “cuatro costados” tomamos rumbo a casa con la subida final que nos lleva al Alto de Riochico.
 
Mención especial, pues no “deben” omitirse estas cosas, OE detecta un tirón (o calambre) en sus isquiotibiales (vamos debajo de sus posaderas) y decide (con su gran espíritu de superación) tomar la delantera y “probarse”. En décimas de segundo vemos como desaparece entre los rayos de sol, a lo que empezamos a hacer todo tipo de apuestas y cometarios de envidia (que si “yo creo que OE no está bien”, que “si está “sobreentrenado”, que “si tiene miedo de llegar acalambrado al Soplao”, que “si el tipo de entrenamiento y pautas que sigue no es el correcto”…) (pero vamos que es una bestia nos pese a quien nos pese – aunque este domingo no se haya salido con la suya)
 
Finalmente nos dejamos “caer” por Riochico en plan tranki, y tras parar a 0,20 mm. de la barrera nos despedimos…
 
Buena compañía como siempre y mejor equipo   (el próximo domingo más y mejor)