RUTA: LAS ROZAS –
COLMENAREJO - ESCORIAL – ZETAS – CAMPING – ERMITA VILLALBA- COLMENAREJO – LAS
ROZAS
INTEGRANTES:
JULIAN, NACHO, VICTOR, RODRIGUEZ, CURRO, JAVIER, ISIDORO I, BERNI, ESTEBAN,
RAUL Y ESTEVEZ.
A las 08:30 hrs. de la mañana un
nutrido grupo de aberronchos bicicleteros dan comienzo a la consabida aventura
dominical que tendría su punto de partida en el Puente de Retamar bajo una
espesa bruma de la que nos fuimos deshaciendo a golpe de pedaladas y risotadas.
Risotadas que se transformarian en gemidos a partir del segundo reventón de Riochico
; Aun así lo subimos, como siempre, a buen ritmo ya que creo que pueden más las
ganas de quitárnoslo de encima cuanto antes que la dificultad física del mismo.
Resuelta la primera fase; el
guion es el mismo que en periplos anteriores hasta que llegamos al segundo
tramo de las trialeras del pantano, donde nos encontramos con Álvaro y Antonio,
dos bikers que en tono desafiante nos instan a apartarnos o a darle caña; como
no podía ser de otra manera optamos por la segunda opción en la que Javier se
coloca estratégicamente entre los dos bikers y los demás vamos a rueda a toda
pastilla utilizando todas las técnicas de intimidación que los años encima de la
bici te enseñan; además de echarles el aliento en el gollete íbamos
arengándoles (tapón tapón, venga vamos…..tapón, tapón) silbándoles (Nacho),……;
lo que originó que Álvaro realizara una maniobra peligrosa para adelantar a
Javier por el interior de una curva a derechas que provocó posteriormente la
reacción de “el cuerpo” para devolvérsela en la siguiente curva; lo malo es que
no contó con los pedrolos y se produjo un pequeño atasco que un servidor tras
una leve caída y Valladares solventamos sin mayores problemas por el lado izquierdo
del tramo lanzándonos a la caza de Álvaro al que enseguida alcanzamos y al que
Víctor no dejaba de gritarle: “ ALVARO
ESTAMOS DETRÁS,…ALVARO YA ESTAMOS AQUÍ,…ALVAROOOOO,….” a todo esto
descojonándonos. Ante los gritos, Alvarito sin mirar hacia atrás ni levantar la
cabeza, hacía lo posible por apretar hasta que al llegar al tramo donde
atravesamos el riachuelillo se dio un pequeño piñazo que hizo que nos parásemos
a ver si estaba bien y que sirvió para que nos lanzara la siguiente pregunta: “PERO, PERO, PERO……. ¿ESTO QUIEN LO HA
EMPEZADO?”; la respuesta fue clara y concisa: nos encogimos de hombros y ¡A
TOMAR POR CULO! y adelante. Llegamos a la primera puerta y para hacer tiempo
nos pusimos a buscar a la tía que le vio los atributos a Javier el domingo pasado
pero no estaba; ya con el ambiente más relajado volvieron a pasar por allí
Álvaro y Antonio a los que saludamos cariñosamente deseándoles buena ruta.
Hicimos nuestra primera pausa
para reponer algo de fuerzas en el aparcamiento de las zetas de Abantos; donde
como de costumbre dejamos a Julián travesear un ratito con “los chuches” antes
de ponernos en marcha.
Subimos a ritmo acompasado y
constante; El grupo demostró estar en forma ya que fuimos coronando de una
manera espaciada pero sin esperas exageradas, donde se produjo un loable tercer
puesto de Esteban que ha regresado muy fuerte y un meritorio 4º puesto para el
Presi que a pesar de la preocupación de Javier por su rodilla le debió meter
una lijada del 15 en la cuestecita. Una vez coronamos todos los integrantes, reanudamos
marcha; Ahora a bajar por las zetas versión trialera hacia el Escorial, donde
en un acto de deportividad los cantibikers menos duchos en las bajadas nos
dejaron paso a los más avezados. La bajada se ejecutó correctamente por parte
de todo el personal, eso sí, cada uno al ritmo que su técnica le permitía.
Ya abajo continuamos dirección al
Escorial; trecho en el que Rodríguez nos hizo “la cobra” y se puso de perfil
dejando que Esteban y un servidor guiásemos al grupo; solo cuando vio que
llegábamos con éxito a nuestro destino el pájaro se situó otra vez en la cabeza
de carrera, disimulando, como si pasara por allí……….¡Y LO SABES RODRIGUEZ!
Con solecito y buena temperatura
paramos a comer un sándwich en el Monasterio donde se decide regresar a casa por
la pista del camping, asique todo el mundo mentalizándose para el trancazo
aunque en esta ocasión se intentó fraguar un pacto de no agresión que
finalmente quedó en nada ya que después de un ligero despiste sin importancia
de un servidor, ocasionado por la confusión provocada de cuatro aberronchos
pegados a la oreja al ir hablándote y haciendo chanzas sobre mi sentido de la
orientación y el siniestro de mi bici (todos a la vez); Encaramos la pista de
los charcos con las escaramuzas de rigor y los requiebros típicos para esquivar
el agua; en esta ocasión la víctima fue una chavala que corría en sentido
contrario a la que pusimos de agua hasta arriba a pesar de las advertencias de
esta de que ya se había duchado por la mañana. El caso es que yo frené para no
mojarla pero por detrás por lo visto no frenó ni el tato….. en fin, Continuamos
enciscados hasta que Javier en un momento determinado del tramo dijo que esa
era la meta y que él había sido el primero asique ¡A TOMAR POR CULO! Ahí se
termina la carrera.
Continuamos hasta la siguiente
meta volante, la de la ermita de Villalba, tramo en el que Javier y un servidor
empezamos con nuestra carreritas; en esta ocasión “el cuerpo” con el fin de
llegar a toda costa el primero coge un atajo a la izquierda que le sale rana,
yo con el rabillo del ojo del orzuelo le voy vigilando, momento que utiliza
Valladares, que ya no es tan buena persona, para de manera esquinada darme una
lijada en el último momento por la derecha; pude haber reaccionado pero preferí
dejarle pasar ya que el muro de entrada a la ermita estaba muy cerca y no quise
que nuestro querido amigo sufriera ningún daño.
Tiramos hacia el pantano por la
trialera donde en un acto de irresponsabilidad Berni me adelanta por el lado
fácil de uno de los tramos dejándole a un servidor la parte más técnica del
mismo……. ¡Y LO SABES!. Una vez solventada la papeleta nos dirigimos a la cuesta
Javi, otra meta volante que coronamos con ritmo alegre y constante y en la que
se conforma un grupo de cabeza atípico (Rodríguez, Nacho, Berni y Estévez); Antes
de enfilar la Cuesta Curro los “Oscares” le apretamos un poquito y nos
adelantamos, momento en que Rodríguez que es un águila me dice que miré para
atrás, al girar la cabeza veo a Berni con los codos hacia fuera y la cabeza en
el pecho, proseguimos y el Rodríguez me vuelve a decir: “Oscar, Oscar mira otra vez….”; la segunda estampa de Berni
superaba a la primera ahora llevaba la cabeza en el estómago y daba bufidos. Finalmente
llegamos a Riochico donde algunos decidimos esperar al grupo, en cambio otras
gallinitas decidieron continuar porque llegaban tarde por lo que se procedió a
enviarles las fotos de cabecera.
La bajada de Riochico en esta
ocasión fue bastante aparatosa ya que primero tuvimos que asistir a Nacho que
había reventado la rueda trasera y posteriormente auxiliar a nuestro querido
Julián que se dio un leñazo del 10 casi terminando Riochico, lo que le originó
en la pierna el típico “raspón Rodriguez” que obligó al Presi a ir a buscar el
coche para llevarle al centro de salud a que le curaran
la pupita; Ni que decir tiene que este hecho entre los allí presentes originó
serias dudas sobre la hombría que se le supone a un cantibiker que ante estas
situaciones el procedimiento es llegar a casa y enchufarse en la herida un
chorrazo de ducha.
Ya en el puente de Retamar Berni
se quedó esperando a su parienta lo que nos permitió al resto de los
integrantes aumentar el ritmo de carrera y subir la media de velocidad en la
subida por Kálamos.
En definitiva buena ruta que
también sirvió para despejar dudas sobre el entrenamiento secreto de Valladares
entre semana; ¡VICTOR SABEMOS QUE HACES ELÍPTICA! Y para como siempre pasar una
mañana estupenda.
FOTOS